Las Crujientes nació en Monterrey con una receta sencilla pero poderosa: empanadas caseras elaboradas con ingredientes frescos, rellenos generosos y un sabor que transporta a momentos familiares. Con el tiempo, su popularidad creció gracias al boca a boca y a la lealtad de clientes que valoraban la calidad y el trato cercano.

Sin embargo, su identidad visual original no comunicaba toda la historia detrás del producto. Fue entonces cuando, en Trazzo, emprendimos el proyecto de rebranding para capturar la esencia real de la marca. Partimos de una investigación profunda sobre su historia, su clientela y el espíritu que las hacía únicas. A partir de esto, creamos un nuevo logotipo con toques artesanales, una paleta de colores que evocara calidez y cercanía, y elementos gráficos que reflejaran el amor por la cocina casera.

La implementación fue integral: empaques que invitan a llevar las empanadas a cualquier lugar, materiales para redes sociales que transmiten antojo y cercanía, y piezas publicitarias que reforzaron su posicionamiento como las empanadas caseras más queridas de Monterrey. Hoy, Las Crujientes cuenta con una imagen coherente y profesional, sin perder su esencia artesanal ni su conexión con la comunidad que las vio crecer.